Los primeros años de primaria los realizó en su pueblo natal, a los catorce años, con ayuda de sus tíos sacerdotes de la comunidad dominicana viajó a Bogotá donde ingresó al Seminario Dominicano “Beato Jordán de Sajonia” como estudiante de quinto año de primaria; como dato curioso, en su curso se encontraban los siguientes compañeros procedentes de La Playa de Belén: Luis Alberto Blanco Esteban, Hijo de la telegrafista); Luis Humberto y Miguel Ángel Pacheco Claro, hijos de don Antonio Pacheco y doña Sofía Claro Arenas; Balmiro Pérez Arévalo, hijo de don Carlos Pérez Claro y doña Olivia Arévalo Navarro y Jaime Velásquez Velásquez, hijo de don Emilio Velásquez Claro y doña Ofelmina Velásquez. En la capital realizó sus estudios de bachillerato y adelantó estudios universitarios en la Universidad Libre de Bogotá donde le fue otorgado el título de abogado (Nuestro compañero de la Academia de Historia de Norte de Santander, Dr. Ivan Vila, fue su profesor de Derecho de Familia en quinto año).

Su vida laboral la inicia también en Bogotá como funcionario del INCORA, en el área de microfilmación y publicaciones. En esta entidad, como reconocimiento a su desempeño, recibe del doctor Carlos Lleras Restrepo, Presidente de la República, del momento, el Escudo de Plata del Incora, en compañía del Ministro de Agricultura, doctor Enrique Peñaloza Camargo. (Bogotá, diciembre de 1967_Foto1_2). La experiencia adquirida en el trabajo con el INCORA y el ejemplo recibido de su padre quien fuera fundador de los paródicos “PLUMA AZUL” en el año 1948 de clara orientación política y “JUVENTUD”, lo motivan a proponer la creación del periódico NOTICIAS PLAYERAS, órgano informativo de la colonia playera residente en Bogotá. El Ministerio de Gobierno otorga la licencia para su circulación por medio de la Resolución 795 de 1974.La primera edición se publica el 16 de noviembre de 1973 y la última saldría en octubre de 1976. Fue el Dr. Guido Pérez Arévalo su director y contó con el apoyo de destacados profesionales en Bogotá, Cúcuta, Barranquilla, Ocaña y La Playa de Belén ( FOTOS 3_4_5).

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1967. De izquierda a derecha el Dr. Enrique Peñalosa Camargo, Gerente del INCORA, su esposa Cecilia Londoño, el Dr. Guido Pèrez Arèvalo, su primera esposa doña Ines Fandiño y un grupo de compañeros de trabajo, en el acto de entrega de Casas  para funcionarios de la Entidad_FOTO 2.

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Como director, logró entrevistar importantes personajes de la Historia, la Literatura y la política. En la fotografìa 6 aparece en compañía de José Fructuoso Arévalo Pérez, en la biblioteca del doctor Lucio Pabón Núñez (Septiembre de 1974). Durante la entrevista el Dr. Pabòn le obsequia varias de sus obras publicadas y le entrega copia del discurso pronunciado en el Senado de la República, por los hechos de Quebrada Blanca, en defensa del Ministro de Obras Públicas, doctor Argelino Durán Quintero. La creación de la primera biblioteca de la Playa de Belén fue otra de sus iniciativas que contó con el respaldo de los miembros de la Colonia playera residente en Bogotá. En una ceremonia especial celebrada en las instalaciones del Concejo Municipal, el 27 de diciembre de 1973, Guido Pérez Arévalo en su calidad de Presidente de la Colonia hace entrega de los libros según quedó registrado en Acta y en la edición No.3, de enero de 1974, de Noticias Playeras (Foto 7).

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En 1975, en sus apuntes consigna lo siguiente con respecto a su gestión en el Ministerio de Educación: “Con la ayuda del arquitecto David Bonels Rovira, poeta y reconocido intelectual de Cúcuta, quien se encontraba al frente de la División de Desarrollo Cultural de la Comunidad en el Ministerio de Educación, se obtuvo la autorización para crear la Casa de la Cúltura en La Playa de Belén. Me acompañó el escritor y apreciado amigo, Germán Santamaría, quien escribió un artículo para "Noticias Playeras" sobre el "poeta de promisoria juventud". David, a los 29 años ya había publicado "La noche de madera", "Poemas de hojalata", "Poemas al padre" y El Nadaismo bajo el tablero de las ametralladoras". Le envié, entonces, los documentos al poeta Emiro Arévalo Claro y de esta manera fue posible tramitar el Acuerdo No. 11 de 1975. Guido Pérez Arévalo”. NOTICIAS PLAYERAS", Edición No. 9, Octubre de 1975.

En 1976 se vincula al ICETEX. En 1977, luego de haber residido en la Capital del país durante veintidós años, el Instituto de Crédito Educativo crea la Regional Norte de Santander; es nombrado Director regional y se traslada a la ciudad de Cúcuta. Lo pica el bicho de la política en los años ochenta. Fue elegido concejal de La Playa de Belén, concejal de Cúcuta, Diputado a la Asamblea de Norte de Santander (primer Vicepresidente) y Representante a la Cámara. Fue miembro de las juntas directivas de Empresas Públicas de Cúcuta, la Beneficencia de Norte de Santander, el Fondo Educativo Regional y el Cúcuta Deportivo. También fue Gerente de IFINORTE, Secretario de Agricultura y Secretario de Hacienda Departamental. En 1982, por ausencia del titular, fue encargado de la Gobernación de N. de S. en tres ocasiones. Posteriormente fue contratado como Consultor de Naciones Unidas, adscrito a la AEROCIVIL en la ciudad de Bogotá.

La pasión por la historia, por investigar y por escribir se pone de manifiesto desde muy joven. El Dr. Guido Pérez Arévalo se dedicó por años a estudiar archivos particulares, libros parroquiales, viejos periódicos, antiguas fotografías, apuntes históricos y archivos notariales para lograr descifrar con lujo de detalles los acontecimientos importantes que enmarcaron la historia de nuestro Municipio, siempre con la ilusión de escribir un libro.

En el año 1984, mes de octubre, nos encontramos en una reunión de la colonia, me pide pasar por su oficina para que conversemos sobre un proyecto en el que podría apoyarlo. No se preocupe, no es nada de política, aclara, conociendo mi alergia al tema. Intrigado, dedico la tarde del día siguiente para atender su invitación; lo encuentro sentado en la mesa de juntas revisando documentos. Ando metido en la grande, me dice. Todos estos documentos harán parte de la monografía “La Playa de Belén” que publicará la Imprenta Departamental para dar cumplimiento a la Ordenanza No. 18, la cual fue presentada por el Secretario de Desarrollo Departamental, Dr. Carmelo Mendoza y aprobada en estos días. Ya tengo varios temas en borrador, pero necesito de su ayuda para fotografiar periódicos, escrituras y documentos que hacen parte del trabajo investigativo, como puede darse cuenta, son documentos que requieren mucho cuidado.

Para esa época, los equipos más modernos con que contaba su oficina eran el citofono, la máquina de escribir eléctrica, el Fax y la calculadora “científica”. A la imprenta había que hacer llegar los textos transcritos en máquina y las fotografías impresas en papel para adelantar el proceso de fotomecánica y la impresión de los contenidos. Decidimos que por conveniencia, trabajaríamos el tema de reproducción y copiado en su oficina, en horas de la noche; trasladé mi equipo al lugar (Cámara,rollos, accesorios, ampliadora, cubetas, químicos y papel sensible para fotografía). En pocos meses el Dr. Guido tenía los capítulos de la obra revisados y listos para entregar; no obstante a la Imprenta Departamental, la autorización para la publicación del libro no llegaba y la crisis económica de la entidad se hacía evidente.

Con alma de periodista, el Dr. Guido, sin perder el entusiasmo por este contratiempo, acude al periódico regional “Diario la Frontera” y le propone al Dr. Mario Javier Pacheco, su director en ese momento, divulgar la Monografía por capítulos. Es bien recibida la propuesta y se acuerda publicar cada domingo una sección de la obra. La primera entrega “CONNOTACIONES ETNICAS” aparece en el periódico que circuló el 14 de abril de 1985. La última publicación corresponde al Capítulo séptimo “EDUCACION Y CULTURA” , circula el 30 de junio 1985 (Como evidencia de ello, se adjuntan en la parte inferior algunas fotografias de los ejemplares del Diario de la Frontera con dichas publicaciones). La situación financiera de la Imprenta Departamental es insostenible y el gobierno del momento (Antonio José Lizarazo 1990-1992) ordena el cierre sin que se concrete la publicación de la Monografía.

Inicia la década del noventa, los computadores personales se popularizan y se da a la tarea de transcribir su monografía a formato digital, adicionando nuevos temas. En diciembre de 1993, con sus propios recursos, por fin es publicada la primera adición de la Monografía “LA PLAYA DE BELÉN”, la obra más completa que se haya escrito sobre nuestro municipio; aborda temas de Historia, Geografía, Educación, Salud, Agricultura, Política y cultura.

La satisfacción de publicar el primer libro le da nuevas energías para abrir otras líneas de investigación y para continuar escribiendo. Publica en 1998 “Barriletes”, en el 2007 “Colegio San Luis Gonzaga – CIEN AÑOS DE HISTORIA”, en el 2009 “TEMAS DE HISTORIA” y en el 2011 “CHINACOTA, Encuentros con la Historia”. Sería incompleta esta nota si dejáramos de mencionar que la construcción de la Planta física del Colegio Fray José María Arévalo se debe a su gestión (1980), que fue el creador del Núcleo Escolar Agrícola (1981) , que donó los terrenos para la construcción del Coliseo y el Parque Infantil como director de la OID (1983), que la reconstrucción del edificio donde hoy funciona la Casa de la Cultura también fue obra suya(1987) según lo registrado en sus apuntes así: “Ifinorte, instituto oficial de Norte de Santander, dirigido por Guido Pérez Arévalo, remodeló la antigua caseta "La Arenosa", que sirvió, durante muchos años, como escenario de los bailes populares. El nombre, sugerido al Concejo por IFINORTE, rindió un merecido homenaje a Martha Eugenia Arévalo Arévalo y Mónica Carrascal Pacheco, reinas de belleza de Norte de Santander, oriundas de La Playa de Belén”. Y que con su intervención ante el Ministerio de Educación, se logró asignación de los instrumentos para la Banda Municipal “Patatoque” (1991).

Fue el Dr. Guido Pérez Arévalo un filósofo de la vida, un poeta de la prosa y también cometió versos clandestinos, una muestra de ellos se encuentran en la página principal de este homenaje póstumo.